Yo no choque, me chocaron!!!

Su humilde servidor iba manejando su hermoso automóvil una mañana de agosto. Conducía en el carril de la extrema izquierda, pegado al camellón; el tráfico para ingresar a la UIA de a peso, pero gracias a la gran habilidad al volante del apuesto redactor, pues esquiva los dos carriles atascados por ese carril para posteriormente entrar por la puerta 9. Pero oh sorpresa, a medio camino siente un golpe en la parte trasera de su bello auto. Al mirar por el espejo retrovisor ve a una mujer al volante (tenía que ser) que pone las intermitentes y se detiene. El caballero se baja con aire un algo altanero, pero guardando la educación (a esas horas de la mañana no puedo ser el hostil de siempre) y decide que deben discutir la situación más adelante, dónde no desquicien el de por sí complicado tráfico de Santa Fe. Lo primero que dice la susodicha fue: perdón, no te vi. ¿Apoco?

Bueno pa no hacerles el cuento largo, nos pasamos nuestros celulares y al salir de clase me puse de acuerdo con la imbecil señorita. Imbecil porque se cambió de carril encima de mi coche, y no en el punto ciego como se imaginan, sino en mi llanta trasera derecha y una parte de la facia trasera. Supongo que como mi coche es invisible a tempranas horas de la mañana.

Cuando le llamo, dice que fue mi culpa, quesque porque mi coche era el que tenía el rayón y no el suyo. La vida ahora es así de fácil jaja. Pero después de una breve discusión telefónica y unas cuantas burlas de mis amigos (dicen que soy indeciso ja) le hablamos a los seguros para zanjar cuentas. 

Al llegar mi ajustador y yo relatarle el percance se limitó a decir: uuuuy no creo que ella acepte eso, va a negar todo. Pero increíblemente la señorita agacho la cabeza y se echo la culpa, así que ahora tengo que ir a valuar el golpe y cobrar el accidente.