No recuerdo alguna vez en mi vida haber perdido un vuelo, pero sí un tren. Al final de cuentas el sentimiento es el mismo, una mierda. En ambas ocasiones recuerdo saber dentro de mí, en el trayecto hacia el aeropuerto o la estación de tren, saber que no había nada que hacer. Tal vez aquella ocasión yendo en el metro de Madrid guardaba esperanzas fútiles, era un caso perdido. Hoy al salir de Washington para llegar al aeropuerto compartido con Baltimore casi a la hora a la que tenía que estar ya en el aeropuerto era una mala señal pero pensé que podría lograrlo. Y todo por no ver la hora que era y pensar que aún había tiempo. 5 minutos tarde, tal vez un par de semáforos que en lugar de rojo tuvieran un verde, tal vez un par de conductores lentos a lo largo de la carretera, 5 minutos. Lo largo de una canción antes y se hubieran ustedes evitado el leerme, porque sí, estoy escribiendo mientras espero 4 horas por el siguiente vuelo. El super bowl, la primera vez que me toca ver a mi equipo…. tocaba. No sé cuántas multas por exceso de velocidad reciba mi hermano, pero todo en vano, 5 minutos. Me gusta pensar que el avión que perdí va a caer y por eso no me subí, pero podría ser al revés y el mío será el que falle. Al final de cuentas es la historia favorita de mi abuela….. alguna entrada tendré que hacer con su historia pero en otra ocasión será. Muy amable la señorita del mostrador, pero nada podía hacerse. Estas cosas pasan y no hay nada que hacer, pero bueno al final uno se siente un idiota, quizá no sea sólo el sentimiento. Al final de cuentas no pasa nada, pero por 5 minutos perdí 4 horas en el aeropuerto, y el partido…. bah!! Tal vez no es mal viaje, espero. También perdí mi pase de abordar pero me lo guardó un policía bonachón. Hace dos días cancelaron mi vuelo que probablemente iba a perder y se retrasó otro que también iba a perder…. la sensación es la misma, ese nudo en el estómago que me queda cuando ya las cosas han pasado (alguna personilla por ahí me dice que todo lo guardo en mi estómago). Alguien seguirá leyendo? Al final de cuentas todo es dinero y tiempo, el dinero es nada y el tiempo; bueno es domingo, tengo tiempo de sobra.
